Durante la menopausia, la disminución de estrógenos provoca sequedad, pérdida de firmeza y mayor sensibilidad en la piel. Estos cambios pueden afectar su aspecto y bienestar, pero con una rutina adecuada, buena hidratación, protección solar y una alimentación rica en antioxidantes, es posible mantener una piel saludable, elástica y luminosa durante esta etapa de transición.