Tratamiento a seguir para los diferentes grados de quemadura

Las quemaduras de primer grado afectan sólo la capa exterior de la piel y causan dolor, enrojecimiento e inflamación. Inmediatamente después de quemarte, sumerge la parte quemada en agua fría. No es bueno poner mantequilla, aceite, hielo o agua helada sobre las quemaduras. Esto podría ocasionar más daño a la piel. Luego, trata la quemadura con un producto para el cuidado de la piel como una crema con aloe. Para proteger el área quemada colócate un vendaje de gasa seca sobre la quemadura. Las quemaduras de segundo grado afectan tanto la capa externa como la capa subyacente de la piel, produciendo dolor, enrojecimiento, inflamación y ampollas. Inmediatamente después de quemarte, sumerge la quemadura en agua fría durante 15 minutos. Si el área quemada es pequeña, colócate paños húmedos, limpios y fríos sobre la quemadura durante unos pocos minutos todos los días. Luego úntate una crema con antibiótico u otras cremas o ungüentos que tu médico te haya prescrito. Cubre la quemadura con un apósito no adherente y mantén el apósito en su lugar con una gasa o con cinta. Si la quemadura de primer o segundo grado, cubre un área grande o si está en tu cara, manos, pies o genitales, dirígete a un médico enseguida. Es importante revisar la quemadura todos los días para ver si hay indicios de infección: su aumenta el dolor, enrojecimiento, hinchazón o pus. Si ves alguna de estas señales llama a tu médico inmediatamente. Para prevenir la infección evita reventar las ampollas. Cambia el apósito cada día. Primero, lávate las manos con agua y jabón. Luego, lava suavemente la quemadura y aplícate el ungüento con antibiótico. Si el área de la quemadura es pequeña puede que no se necesite un apósito durante el día. Asegúrate de estar al día con la vacuna del tétano. La piel quemada puede producir picor a medida que sana. ¡No te rasques alrededor del área quemada!  El área quemada será sensible a los rayos solares hasta durante un año. Las quemaduras de tercer grado se extienden hasta tejidos más profundos, produciendo una piel de coloración blanquecina, oscura o carbonizada que puede estar entumecida. Si te quemas gravemente, debes ir a ver a su médico o al hospital enseguida. No te quites nada de la ropa que esté pegada a la quemadura. No humedezcas la quemadura en agua. Quítate la demás ropa y las joyas que estén cerca del área quemada. Via Sanitas