Baños con agua templada, ideales para tratar la varicela

Los signos más característicos de la varicela son la aparición de erupciones cutáneas en forma de ampollas o vesículas. La mayoría de ellas no dejarán cicatrices a menos que resulten infectadas con bacterias a causa del rascado. Por este motivo, es fundamental evitar que los más pequeños se rasquen. Una óptima recomendación para aliviar el picor y la inflamación que produce la varicela, es realizar baños con agua tibia. Estos baños conseguirán calmar la piel de los más pequeños, aliviándoles de la comezón, asociada al sarpullido. Además podéis mejorar los beneficiosos efectos del agua, añadiéndole: avena molida o aceites esenciales como el de manzanilla, lavanda, rosa mosqueta o árbol del té. Sin duda, la suma del baño con agua templada más los efectos terapéuticos de estos aceites esenciales conseguirá mejorar no solamente el aspecto exterior de la piel, sino también los nervios y el estado emocional de los pequeños de la casa. Después del baño, os recomendamos que sequéis la piel de vuestros hijos con toques suaves de toalla. En ningún caso, frotéis la piel. También calmará la irritación cutánea la aplicación de compresas frías en las zonas que más les piquen. Os aconsejamos que utilicéis un paño suave y absorbente, como una toallita suave. Lo ideal es mojar el paño con agua fría y aplicarlo directamente en la piel. Una vez tengan la piel calmada y seca, es el momento de aplicarles NEO PEQUES® PoxClin®, un producto sin sustancias químicas, a base de Aloe Barbadensis que bloquea las bacterias creando una barrera física en la piel que previene la colonización bacteriana y reduce las posibilidades de infección. Además, les proporcionará a vuestros hijos un efecto refrescante instantáneo que calmará el molesto picor de las ampollas y facilitará el proceso curativo natural de la piel, ayudando a prevenir la formación de cicatrices.